Los textos literarios suelen respetar unidad de tiempo, de acción, y de lugar – las llamadas unidas aristotélicas. Variar estas unidades puede dar juego. Por ejemplo, se puede romper la unidad del tiempo saltando hacia atrás o delante. Se puede romper la de lugar jugando con la línea de la narración.
La de lugar puede dar lugar a la creación de textos que tienen un lugar como punto común.
Para dar inspiración, se puede referir a la película Amores perros.